14 de febrero... y Brahim fue Cupido
Brahim Díaz celebrando el gol que a la postre sería decisivo | Fuente: Instagram @acmilan
La squadra rossonera se adelanta pronto en el marcador (7') y duerme el encuentro sin dejarle grandes opciones a los Spurs
CRÓNICA: MILAN VS TOTTENHAM
San Siro acogía un partido de fase final de la Champions League 9 años después. Desde aquel 19 de febrero de 2014, en el que el conjunto rossonero perdió por la mínima 0-1 ante el Atlético de Madrid -tal día como hoy quedan cuatro días para el noveno aniversario de la fecha-, que el coliseo italiano no presenciaba un partido de la altura de unos Octavos de final de la máxima competición continental. Para hacerse una idea del tiempo que ha llovido desde entonces, el ‘once’ titular comandado por la leyenda milanista, Clarence Seedorf, lo formaba: En portería Abbiati; Emanuelson, Rami, Bonera, De Sciglio; De Jong, Essien; Taarabt, Kaká, Poli y Mario Balotelli. Sí, entre otros nombres curiosos -más allá de los ilustres Essien o Kaká- están el de Nigel De Jong, recordado por la patada criminal que le dio a Xabi Alonso en la final del Mundial de Sudáfrica 2010; o el del habilidoso Adel Taarabt, un jugador de culto en la época citada arriba, recordado por su temporada prolífica en el Queens Park Rangers y que esta pasada temporada estaba disputando la Champions League con el Benfica portugués.
El primer asalto de las dos contiendas entre el campeón italiano y el cuadro inglés tenía varios alicientes como punto de partida: un momento de la temporada parejo con el pasado mes lleno de altibajos (los dos clasificatoriamente 5º en sus respectivas ligas nacionales). Al Milan, enero se le ha hecho una verdadera cuesta y pesadilla siendo eliminados de la Coppa Italia, perdiendo la Supercopa de manera rotunda contra el eterno rival y encajando dos duros correctivos ligueros ante Lazio y Sassuolo; y el Tottenham ha pasado de perder consecutivamente contra Arsenal y Manchester City, a ganarle a los citizens en poco menos de dos semanas y sufrir en Leicester la peor derrota en la Premier en la historia de Conte. Otro de los atractivos era el duelo desde la dirección técnica entre Stefano Pioli y Antonio Conte, una rivalidad que viene con el pasado nerazzurro del segundo; la vuelta a Italia de jugadores visitantes como Ivan Perišić, Dejan Kulusevski o Cristian ‘Cuti’ Romero; el plan de juego con el uso del mismo sistema táctico (3-5-2 con la diferencia en la variante ofensiva: el Milan con Rafael Leão acompañando a Olivier Giroud, mientras que el Tottenham con Harry Kane como punta de lanza dejando a Heung-Min Son y Kulusevski como espadachines del lord bomber); la búsqueda del área rival por fuera desde las bandas (ambos equipos tienen armas letales en los costados con jugadores velocistas como Theo, Leão, Son o Perišić); las ausencias marcadas de jugadores vitales como los porteros titulares de sendos equipos, Mike Maignan y Hugo Lloris, y la pérdida de músculo y calidad en la medular con las bajas de Ismaël Bennacer y Aster Vranckx, por el lado local, y Rodrigo Bentancur, Pierre-Emile Højbjerg e Yves Bissouma, por el lado visitante. Todo esto sumado a la ya sabida no presencia del astro sueco por la lesión que está dejándole en dique seco toda la temporada, el actor en probaturas, Zlatan Ibrahimović.
El contexto condicionado del partido permitía soñar a ambos conjuntos, pudiendo dar, cualquiera de los dos, la sorpresa y llevarse la delantera a Londres con el objetivo de estar presentes en el bombo del sorteo de Cuartos, pero se dice que una cosa es la teoría y otra la práctica. Y eso mismo fue lo que ocurrió ayer sobre el verde de San Siro. La jugada del gol de Brahim Díaz resultaría ser la ocasión más peligrosa de un partido que los rossoneri supieron enmarañar haciendo caer en su trampa a los londinenses -de cerca le siguen dos cabezazos de Charles De Ketelaere y Malick Thiaw sin encontrar portería-. La sorpresa fue milanista porque no se esperaba tal nivel y seguridad defensiva del trío de centrales (había encajado 19 goles en los últimos 9 partidos), los tres estratosféricos fueron los grandes valedores de la victoria final, secando Simon Kjær a Kane (en el primer tiempo le hinchó a faltas haciendo que no llegara a la zona resolutiva), Thiaw cortando todos los balones filtrados de la medular white y un Pierre Kalulu vigoroso que lo ha erigido uno de los mejores centrales de la Serie A. Precisamente, el gol viene de un desplazamiento en largo de Thiaw que Theo pelea con Cuti Romero y le gana la partida entrando en el área y lanzando un tiro potente al muñeco del meta Fraser Forster que cubre bien el palo cercano y Brahim desde atrás, en dos intentos, termina cabeceando el balón para introducirlo dentro de la portería. Un gol tempranero marcaría el ritmo del devenir del encuentro. El Milan sabía a lo que quería jugar a partir de ese momento y así le iba a obligar a un Tottenham que tuvo, al filo del descanso, la ocasión más clara -aunque anulada por fuera de juego del coreano- tras un disparo de Son bien bloqueado por el meta Ciprian Tătăruşanu y consecuente larguero de Kane tras tocar en el central danés Kjær.
Tras la reanudación, hay poco que subrayar porque no sucedió prácticamente nada salvo la mala gestión de Conte desde el banquillo haciendo solamente tres cambios y siendo insuficientes para la reacción. Dio entrada a Richarlison a falta de 20’ y lo único que hizo el brasileño fue ser una isla arriba, e intentó la desesperada introduciendo un doble cambio con Arnaut Danjuma y Ben Davies en los últimos 10’. Llama la atención que dejara sin jugar un solo minuto al español Pedro Porro estando bien físicamente. El cortocircuito milanista salió a la perfección conteniendo alguna internada suelta de Son y despejando solventemente los pocos centros colgados al área que dispusieron los Spurs. La batalla estuvo en el centro del campo, con un Sandro Tonali poniéndose el esmoquin de director de orquestra y dirigiendo los contragolpes veloces de Leão y Brahim; mientras que el tándem formado por Oliver Skipp y un más que correcto Pape Matar Sarr contenía la fiereza musical del '8' rossonero. Golpea primero el plantel de Pioli, que tendrá que mantener la firmeza defensiva para no sufrir de más el próximo 8 de marzo en el Tottenham Hotspur Stadium.
Algunos datos destacados:
Hacía 3.262 días que el Milan no disputaba un partido de Octavos de final de la Champions League.
Desde Kaká en 2004 (hizo un doblete en la ida de la eliminatoria que el histórico Súper Depor haría una remontada memorable) que un jugador tan joven como Brahim (23 años) no marcaba en una ronda de la fase final.
74.320 espectadores hubo ayer en las gradas de San Siro. En el citado Milan vs Atlético de Madrid, la asistencia fue de 65.890. Se señala que la recaudación de las entradas ha sido de 9 millones de euros. Taquilla récord en el fútbol italiano, pues no se había sacado tanto dinero de un partido.
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